top of page
Foto del escritorYourzH

Mitos sobre las emociones!

Actualizado: 5 nov 2020


1. Si se reprimen las emociones, estas se marchan Reprimir las emociones, hace que las emociones se queden dentro de nuestro cuerpo, y esto hace que en vez de gestionar lo que sentimos, lo acumulemos, hasta un día explotar. O mucho peor, que nuestras emociones, se conviertan en bloqueos físicos e incluso en enfermedades.

Ej.: Imaginemos una olla a presión, así están nuestras emociones en nuestro cuerpo. Es importante que dejemos salir nuestras emociones, y expresemos lo que sentimos y pensamos para seguir el proceso natural de nuestro cuerpo.

2. Hay emociones positivas y negativas A pesar que muchos autores las clasifican de esta manera, en realidad todas las emociones que sentimos son adaptativas. ¿Qué quiere decir esto? Que gracias a todas las emociones que sentimos, estamos aquí como especie.

Ej.: Si ahora entrara un león en tu habitación, ¿qué haríamos? Nos esconderíamos, o nos quedaríamos quietos o nos subiríamos encima de la mesa. Todo esto son reacciones que nos hacen tener miedo para proteger nuestra vida. Todas las emociones sirven para protegernos en su justa medida. Es cierto que algunas son más agradables que otras, pero el fin último de nuestras emociones es nuestra supervivencia.

3. Mostrar las emociones es de débiles A lo largo de los años, dependiendo en qué culturas, las emociones han sido un tabú, algo que no se podía mostrar porque sino era señal de que eras débil. Esta afirmación, más que un mito en sí, yo diría que es un mensaje que se nos ha transmitido generación tras generación.

Ej.: Si lloramos porque estamos tristes. No quiere decir que seamos débiles sino que tenemos inteligencia emocional. De igual forma, ahora sabemos que mostrar nuestras emociones es una necesidad para el ser humano, porque forma parte de la capacidad que tenemos todos de expresarnos. Cuando se nos impide, o nos impedimos a nosotros mismos la expresión de nuestras emociones, esto nos hace sentir muy mal. Porque en realidad nuestra fuerza está en nuestra vulnerabilidad. En la capacidad de mostrarnos tal como somos, y aún así aceptarnos.

4. Ojos que no ven, corazón que no siente Aunque hagamos que no vemos, en realidad, sí que vemos, y por lo tanto sentimos. Podemos hacer como si no nos afectara una situación, pero en realidad si que nos toca.

Ej.: Si rompemos con alguien y no lo vemos más, podemos pensar que vamos a sufrir menos, pero en realidad es necesario que pasemos el duelo de lo perdido. Ignorar lo que nos pasa, sólo nos trae más problemas. En realidad sintiendo lo que nos pasa, es más fácil que las emociones acaben marchándose.

5. He de estar alegre siempre La alegría es una emoción agradable, que nos gusta sentir constantemente. A pesar de eso, no es posible estar alegre todo el tiempo. ¿Por qué? Pues porque las emociones que no son tan agradables de sentir (miedo, rabia, tristeza...) son necesarias, para valorar lo que tenemos.

Ej.: Imaginemos que se nos muere el perro, y no le damos importancia. Las emociones como el miedo, la tristeza o la rabia, sirven para conectar con nosotros mismos, reflexionar, valorar lo que tenemos, ser precavidos y poner límites.

6. El enfado y la rabia son emociones que tengo que evitar Desde pequeños se nos enseña que enfadarnos y sentir rabia está mal. Y por tanto, como adultos hemos aprendido (por lo general) a no mostrar la rabia o el enfado cuando lo sentimos. O al revés, a mostrar la rabia y el enfado en el extremo. De igual manera, el enfado es una emoción necesaria, para poner límites en nuestra vida, y no dejarnos pisar por los demás.

Ej.: Si cuando nos enfadamos, podemos expresar lo que sentimos, de una manera respetuosa y sana, esto nos va a liberar mucho peso y nos va a permitir poner límites en nuestra vida. A veces, quizá la manera no es todo lo respetuosa que querríamos, pero es un aprendizaje que hemos de ir adquiriendo.

7. Si me distraigo la tristeza se va Si nos distraemos, lo que ocurre simplemente es que la tristeza queda aparcada, pero sigue dentro de nosotros. Distraernos puede servir en el momento, para dejar de estar tristes, pero en otra situación, momento o lugar esa tristeza va a volver a nuestro cuerpo.

Ej.: Si tenemos un mal día, y estamos tristes porque hemos discutido con nuestros hijos, o con nuestra pareja, es importante que nos permitamos sentir la tristeza, la sensación física, e incluso hasta llorar. Solo si dejamos la tristeza salir, y no la reprimimos, si le expresamos al otro cómo nos sentimos, todo eso va a ayudar a que la tristeza se pueda marchar.

8. Las emociones son permanentes Cuando estamos mal, parece como si fuera a durar una eternidad. Como si la tristeza, el enfado o el miedo no se terminaran nunca. Pero en realidad, todas las emociones vienen y van.

Ej.: Como una ola en el mar, viene y va. Debemos hacer el proceso correcto: sentir la emoción en nuestro cuerpo, observarla, identificar qué emoción es, permitirle que se quede en nosotros un rato, expresarla si es necesario , y notar como poco a poco va desapareciendo.

9. Si tengo una emoción fuerte, tengo que razonar No es posible razonar cuando estamos experimentando una emoción muy fuerte, porque es nuestro cuerpo el que está hablando. Una vez baja la respuesta emocional, ahí si que se puede razonar y poner pensamientos a lo que hemos sentido.

Ej.: Si tenemos una discusión con nuestro hermano, primero nos ha de bajar el enfado y después podremos entender lo que nos ha pasado. Dejar que las emociones hagan su proceso natural es beneficioso para todo nuestro cuerpo.

Fuente: www.psicoemocionat.com

Foto: Freepik.

313 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page