La Ansiedad
Preocupación y miedo intensos, excesivos y continuos ante situaciones cotidianas. Es posible que se produzca taquicardia, respiración agitada, sudoración y sensación de cansancio.
La ansiedad puede ser normal en situaciones estresantes, como hablar en público o realizar una prueba. La ansiedad es solo un indicador de una enfermedad subyacente cuando los sentimientos se vuelven excesivos, en todo momento e interfieren con la vida cotidiana.
El Mindfulness es la mejor medicina para tratar la ansiedad. En los últimos años la venta de antidepresivos y ansiolíticos para tratar la depresión y la ansiedad han aumentado. Sin embargo, estudios han demostrado que podemos utilizar el Mindfulness para ser más felices. ¿No sabes de qué hablamos? Resumiendo, está técnica es considerada una filosofía de vida basada en la meditación. Con ella se aplican técnicas de relajación mediante las cuales se trabaja el foco de atención o mejor conocido como la atención plena.
Para reducir los síntomas disfuncionales de la ansiedad, El Mindfulness recomienda tres principales actividades:
1-Regular tu respiración.
Una de las reacciones físicas más comunes con problemas de ansiedad es no tener control sobre nuestra respiración. De modo que usar una de las bases fundamentales del mindfulness como lo es prestar atención en plena consciencia a la respiración, ayudará a equilibrar la misma. Es recomendable inhalar durante cuatro segundos, sostener la respiración durante cuatro segundos, exhalar por la boca durante cuatro segundos, sostener la respiración durante cuatro segundos y comenzar el ritmo. Al enfocar la atención en la respiración, ayudará a despejar la mente de pensamientos que provoquen síntomas de ansiedad.
2-Utiliza los sentidos.
Una vez que se tome consciencia completa a las sensaciones, es importante expandirlo hacia las sensaciones del momento. Encuentra cinco cosas que ves a tu alrededor o cinco cosas que puedes imaginar si cierras los ojos; cuatro cosas que puedes tocar (como piernas, brazos u objetos de alrededor) presta atención a cómo se sienten tus pies al tocar el suelo, tu espalda al tocar la silla, etc; identifica tres ruidos de tu alrededor: un avión, sonidos de la naturaleza, un automóvil, música, aire acondicionado…; enumera los aromas que puedes captar (mínimo dos) y encuentra un sabor.
3–Enfócate en una actividad que requiera atención.
Ya sea colorear un mándala, tocar una pieza musical, cocinar u hornear o tejer y coser, cualquiera de estas actividades requieren de una minuciosa atención que hace “olvidar” de esos pensamientos ansiosos.
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